martes, febrero 19, 2008

EL TODOPODEROSO por Luismi Gómez


Me dispongo a ver la televisión. Me preparo el café correspondiente. Pongo un canal al azar y una película capta mi atención.
Una hora más tarde, me asalta una duda: ¿he estado más tiempo viendo la película o más bien los anuncios que invaden los intermedios de ésta? Las marcas utilizan estos espacios para intentar, a través de la interrupción, captar nuestra atención. Pero cuando el usuario se sienta en frente del televisor, hoy en día, sus posibilidades de elección son infinitas. Seguramente, cuando tan solo eran dos los canales a poder elegir, las marcas tenían mucho más fácil el captar la atención de unos televidentes que poco podían hacer. En España, en estos últimos diez años hemos pasado de los 2.607 anuncios diarios a 6.239. Es interesante el hecho de que el 23% de la audiencia huye despavorida en cuanto intuye el bloque publicitario. Este dato aumenta a un 69% cuando el bloque se encuentra dentro de los últimos 15 segundos del último minuto del programa, serie o película en concreto.

Cansado de tanta interrupción, después de la ducha de rigor, decido bajarme a tomar un café con mis amigos. Vamos al bar de siempre, donde solemos discutir temas de actualidad o que nos atañen al grupo. Cuando todos tenemos algo que decir, cuesta que el otro atienda lo que estás exponiendo, sobre todo cuando lo único que está haciendo es pensar lo que él quiere decir. Un método muy utilizado para querer lograr captar la atención de los demás es elevar la voz. Creemos que así inmediatamente todo el mundo se girará hacia nosotros, en silencio, esperando que pronunciemos el magnífico discurso que les teníamos preparado.

Nada más lejos de la realidad. En la actualidad, el emisor debe hacer un esfuerzo mayor por captar la atención de los demás. El ritmo acelerado de nuestras vidas hace que la calidad del mensaje deba ser distinta. Tanto las marcas, como los políticos, como cualquier persona que trate de captar nuestra atención, tienen que saber que no todo vale y que ahora, el receptor es más exigente, quizá porque se ha vuelto más escéptico, quizá porque está saturado de tanta información, quizá porque tiene mayor posibilidad de elección. La manera de llegar a él no es la interrupción, ni la elevación de los decibelios del mensaje. Debemos invitar a la comunicación, debemos conseguir que nuestro mensaje, nuestra historia, nuestro discurso o nuestro anuncio consiga apelar a los sentimientos de aquellos a los que va dirigido y que éstos puedan hacerlo suyo, modificarlo, deformarlo a su manera y contárselo a otros.

Una forma de comprobar esto de manera más tangible es Internet 2.0., o lo que es lo mismo, la “democratización de la comunicación”, en donde la línea que separa al emisor del receptor se diluye cada vez más. En donde la comunicación ha pasado a ser más horizontal y accesible. Si esto no fuera así no tendría sentido que fueran los votantes norteamericanos lo que eligieran la sintonía de la campaña política de Hillary Clinton, o que la marca Kleenex encargara a sus usuarios la decoración de los envases de sus toallitas. Estamos en la era en la que ya no manda el emisor, sino el todopoderoso receptor.




“Durante cincuenta años confiamos en el modelo de la Interrupción y Repetición. Pero el mundo ha cambiado. Es el espectador el que tiene el control, las posibilidades de elección de canales son ilimitadas y los presupuestos se recortan cada día más. La era de la Interrupción ha muerto. Estamos en la era de la Invitación”

Niall FitzGerald, presidente de Unilever

CALIDAD DEL SERVICIO COMO ELEMENTO DIFERENCIADOR I por Pablo Bellido


En un entorno cada vez más competitivo, donde los clientes tienen al alcance de la mano toda la información a cerca del mercado, y cuando la fidelización del consumidor ha adquirido una importancia vital para las empresas, resulta imprescindible prestar un servicio de calidad óptimo como arma diferenciadora frente a la competencia.

Nos encontramos en un momento del tiempo donde, como se dice vulgarmente, “todo está ya inventado”. E aquí donde radica la habilidad de la empresa para inventar algo más, la manera de prestar un servicio que satisfaga las expectativas de nuestro cliente.


SERVICIO DE CALIDAD: Servicio prestado = Expectativas de los clientes


“La única ventaja competitiva sostenible es
la capacidad de aprender más rápido que la competencia”

Arie de Geus



Esta política de calidad total debe nacer desde la propia empresa, basarse en sus valores y conocer qué es lo que espera el cliente de nosotros.

Parasuraman ideó un modelo en el cual se identifican las deficiencias del servicio prestado con respecto a la calidad que el cliente espera. Estas las podemos agrupar en 5 gaps:

- Gap 1: se produce cuando la empresa no conoce a ciencia cierta que es lo que el cliente espera de ella, es decir carecen de información de mercado.

- Gap 2: en este caso la empresa si que tiene información sobre las expectativas del cliente, pero en cambio no las cubre porque las encuentra poco realistas, porque no tiene unos estándares para prestar un servicio de calidad o porque la empresa está orientada al producto o no al cliente.

- Gap 3: es el que se refiere a la falta de motivación, incentivos o exigencia de cumplimiento por parte de la dirección, lo cual provoca una ejecución del servicio poco eficiente.

- Gap 4: se produce cuando la comunicación externa a los clientes difiere de lo que realmente luego hace la empresa.

- Gap 5: se trata de un Gap Global, es decir, cuando se produce alguno de los Gaps anteriores que da como resultado una calidad de servicio que no alcanza las expectativas del cliente.

En la siguiente entrega hablaremos de cuáles son los factores o dimensiones que repercuten en un servicio de calidad óptimo, según el modelo SERVQUAL.
El Blog Marketing Transgresor nace con el ánimo de darte a ti, la oportunidad de expresar tus opiniones y conocimientos sobre marketing y management o lo que te de la gana...


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El directivo ideal debe poseer, por este orden de importancia, 1) visión de futuro, 2) sentido de la urgencia y 3) motivación a otros. ¿Estás de acuerdo?

¿Cuál de estas actitudes debe ser primordial en un directivo?

¿Cómo debe actuar el directivo ideal?