Que los servicios son el sector más desarrollado de una economía avanzada, nadie lo discute. Todos los países modernos tienen una cuota del sector servicios en PIB de alrededor del 60%.
Así pues, es necesario dedicarle un apartado a la innovación en este sector. Y ya no sólo porque sea el sector más amplio en una economía moderna, sino porque además se ha estigmatizado la capacidad de innovación de los servicios. El problema de la falta de mejoras de productividad en los servicios, mientras en la industria y agricultura son notorias, provoca que los servicios se inflacionen; ya que los salarios de todos los sectores se mueven parejos (mal de los costes de Baumol).
¿Acaso no es posible la innovación en los servicios? La respuesta es claramente que sí es posible. Que si por alguna razón no se hace, probablemente sea por la característica de este sector de una falta de competencia exterior. Incluso por una miopía local de no diferenciarse.
En el ejemplo de libro se nos comenta que un peluquero no innova, sin embargo sube los precios conforme al resto para igualar su salario al del resto de sectores; así que genera inflación. A esto es difícil contestar. Un corte de pelo es un corte de pelo. Y va a ser difícil que bajen los precios, porque también tienen una familia que alimentar, o que tengan una productividad más alta, ya que tienen dos manos y las tijeras son tijeras.
Parece que no es tan sencillo el implementarlo como alabar las ventajas de la innovación. Pero intentemos ir más allá. ¿Por qué no poner Wi-fi en la sala de espera? Desde luego no reducirá los costes pero habrá una diferenciación, por la que un determinado público estará dispuesto a pagar más por un corte de pelo.
Un ejemplo muy ilustrativo es el de Starbucks, de cómo una cafetería es algo más que un sitio para tomar un café.
Starbucks
Starbucks empezó como una empresa que vendía café que ella misma tostaba. Ahora se define como una empresa de servicios a las personas, relacionado con el tiempo y el espacio en los que también se puede tomar un café. En Starbucks no sólo puedes tomar café, puedes leer, puedes conectarte a Internet, escuchar música o incluso comprar música en diversos formatos. Starbucks vende una experiencia. No hace falta que te guste el café para disfrutar un rato en un Starbucks.
En Starbucks puedes elegir tu propia combinación de café, puedes comprar toda una serie de productos complementarios, conectarte a Internet con tu sistema wi-fi, comprar CDs de música, grabar tu propio cd comprando las canciones,?
Starbucks innovó, se diferenció, y lo sigue haciendo.
La evolución en la economía está claramente dirigida al desarrollo e innovación de los servicios. Observamos como están aumentando los servicios sobre los bienes, y en ambos aumentan los de información sobre los materiales. Es decir, cada vez tenemos más servicios que son conocimiento.
En nuestra sociedad encontramos a gente con más tiempo y a empresas con más beneficio, dispuestas a gastarse dinero en una serie de servicios que sean novedosos. Tenemos que generar nuevas demandas para estos clientes.
La tecnología es sin duda una gran herramienta que lleva a innovaciones muy potentes, pero la tecnología tiene que integrarse en un modelo de negocio y que a su vez conlleve un cambio en la organización.
-Kike
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