¿Os habéis preguntado alguna vez el dinero que mueve el mundo del deporte? Posiblemente este dato sea difícil de cuantificar. Lo que está claro es que hoy en día las cifras son astronómicas. Patrocinio, media, ciudades, gobiernos, empresas privadas de todo tipo…todos se han subido al caballo del deporte sin dudarlo.
El impacto de la era de la información en todos los aspectos cotidianos de nuestra vida ha supuesto el mayor empuje para el deporte en los últimos años. Hoy en día la mayoría de clubes y entidades deportivas profesionales se nutren principalmente de los ingresos que suponen los derechos televisivos que venden a los medios de comunicación. Esto repercute en que los deportistas que pertenecen a estos entes se consideren como sus activos principales, ya que de ellos depende llevarse un buen bocado de las inversiones de los medios y la venta de merchandising. Vivimos en una era global donde lo que se haga en España se ve en China y viceversa.
Los deportistas de élite tienen asumido que los mayores ingresos los encuentran en la publicidad (Tiger Woods recibe 150.000€ de Nike al día). Las elevadas cifras de ingresos de sus contratos deportivos no tienen nada que ver con las de sus contratos publicitarios (Beckham seguirá afeitándose la cabeza el próximo año a cambio de 10 millones de € de Gillette; después de haber recibido ya 40 millones desde 2004).
Ronaldinho = Contrato deportivo (8.5 mill. €) + Publicidad (13.5 mill. €)
Las compañías de material deportivo comenzaron, sobretodo desde la irrupción de Michael Jordan, a crear submarcas dentro de la propia marca. La simbología de éstas ha desempeñado un papel fundamental en su éxito, ya que representan la fusión óptima entre el espíritu deportivo, el encanto visual y las connotaciones profesionales y personales del deportista. Hoy en día todo atleta “Top de la firma” tiene su propia submarca (Woods, Gasol, Ronaldo, Beckham), con un grafismo a su imagen y semejanza.
El deporte no entiende de edades y su fuerza traspasa fronteras. El deporte vende forma de vida, salud, orgullo y prestigio. El deporte vende todo lo que toca.
¿Crees que vivimos en la era del deporte?
El impacto de la era de la información en todos los aspectos cotidianos de nuestra vida ha supuesto el mayor empuje para el deporte en los últimos años. Hoy en día la mayoría de clubes y entidades deportivas profesionales se nutren principalmente de los ingresos que suponen los derechos televisivos que venden a los medios de comunicación. Esto repercute en que los deportistas que pertenecen a estos entes se consideren como sus activos principales, ya que de ellos depende llevarse un buen bocado de las inversiones de los medios y la venta de merchandising. Vivimos en una era global donde lo que se haga en España se ve en China y viceversa.
Los deportistas de élite tienen asumido que los mayores ingresos los encuentran en la publicidad (Tiger Woods recibe 150.000€ de Nike al día). Las elevadas cifras de ingresos de sus contratos deportivos no tienen nada que ver con las de sus contratos publicitarios (Beckham seguirá afeitándose la cabeza el próximo año a cambio de 10 millones de € de Gillette; después de haber recibido ya 40 millones desde 2004).
Ronaldinho = Contrato deportivo (8.5 mill. €) + Publicidad (13.5 mill. €)
Las compañías de material deportivo comenzaron, sobretodo desde la irrupción de Michael Jordan, a crear submarcas dentro de la propia marca. La simbología de éstas ha desempeñado un papel fundamental en su éxito, ya que representan la fusión óptima entre el espíritu deportivo, el encanto visual y las connotaciones profesionales y personales del deportista. Hoy en día todo atleta “Top de la firma” tiene su propia submarca (Woods, Gasol, Ronaldo, Beckham), con un grafismo a su imagen y semejanza.
El deporte no entiende de edades y su fuerza traspasa fronteras. El deporte vende forma de vida, salud, orgullo y prestigio. El deporte vende todo lo que toca.
¿Crees que vivimos en la era del deporte?
Pablo Bellido
2 comentarios:
Mmm.. no sé si sólo del deporte. Del cine, de la música... es la sociedad de la mediatización de los productos, da casi igual quien sea mientras tenga un impacto en la sociedad. Lo mismo tienes a Nadal vendiendo relojes, que a Miguel Bosé en anuncios de superficies comerciales (sí, lo he visto en la tele chilena, bose y un hipermercado local).
La cosa es dejar de pensar en un buen branding y tirar de libretilla azul, es decir, lo que venga.
Hola Kike soy Pablo. Tienes razón en tu comentario, pero no me negarás que el abanico del deporte es mucho más amplio. Desprende valores quizá mucho más positivos que el cine o la música (estamos hartos de ver a las superestrellas de holliwood y la música drogadas o con 50 implantes en la cara, es generalizar ya lo sé, pero cada vez hay más casos). El deporte gusta a ancianos, señores y sobre todo a niños, y sabemos que los niños pasarán a adultos y más tarde a ancianos y seguirán demandando deporte. Un músico indie podrá anunciar conciertos o giras, pero dificilmente un deporte, en cambio un deportista podrá por ejemplo publicitar el festival de benicassim para que los padres dubitativos dejen a su hij@ ir al festival ("si van deportistas, no se cometerán tantos excesos..."dirán algunos) y a su vez en el siguiente canal de TV veremos a ese mismo deportista anunciando sus nuevas zapatillas. Es el abanico de los valores al que me refiero...
Lo siento si me he enrollado demasiado Kike, jaja.
Un saludo.
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